El sentimiento de chilenidad y el folclor criollo brota por los poros en estas tierras no solo en el mes de septiembre. La belleza de la mujer chilena, los platos típicos y productos artesanales, confluyen en un solo lugar todos los años en época estival. La responsable de esta gran fiesta es la sandía de Paine, que se somete a pruebas científicas en una competencia de productores agrícolas, para medir la calidad de sus asombrosas características.